Tan siervo de mis propias penas
como las hormigas de su cruz.
Inepto,
como las hormigas de su cruz.
Inepto,
ante la realidad que circunda
una mísera parte de mi
y me exprime bilis
en la ácida noche sin son ni sombra
en el vómito que no subsana siquiera
lo que duele tanto por dentro.
Y en el mismo pasillo
perece sin luz la sombra
que nunca se quitó de mí
la pálida tumba de recuerdos sin presente
en el continuo del proceso resistir.
una mísera parte de mi
y me exprime bilis
en la ácida noche sin son ni sombra
en el vómito que no subsana siquiera
lo que duele tanto por dentro.
Y en el mismo pasillo
perece sin luz la sombra
que nunca se quitó de mí
la pálida tumba de recuerdos sin presente
en el continuo del proceso resistir.
Vamos negro todavía. Exitos!
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